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UNA

MALOCA

PARA SOÑAR

EL LUGAR DE ENCUENTRO

La historia de Ciudad Bolívar ha sufrido una encantadora evolución intencionalmente silenciosa, pocas veces contada desde el origen y el territorio. Muisca, que significa persona que cura, define a los pobladores de la zona central de los andes Colombianos, donde actualmente está Bogotá.

Ciudad Bolívar, localidad del sur de la ciudad, con montañas tan imponentes que al caminar y sentirlas se unen en un hilo que conduce al Páramo más grande del mundo; EL Rio Tunjuelo otro referente natural de importancia en la vida de sus campesinos y la cultura que, sin reconocerla por el arrasador olvido, se presenta en el lenguaje, usos y costumbres de todos y todas. Bogotá reconocida por su cultura ancestral, los lugares sagrados, de arte y significancia de los pueblos nativos, nos condujo causalmente como organización y el trabajo social a construir la primera y única maloca hecha por la comunidad, la complicidad de un trio de hombres soñadores y facilitadores  (Fernando Riaño, Camilo Sandino y Antonio Casafus) y sus protagonistas lideres  los y las niñas del barrio así como las mujeres.

Este el lugar de encuentro, en donde el diálogo de saberes toma poder y la gestión hace que las cosas sucedan y junto a los sabedores que han cumplido la cita, con quienes hemos aprendido mucho de los que hoy nos hacen recordar el propósito en el territorio y la defensa de la vida en todas sus expresiones . Suagagua abuelo mayor entregó las primeras luces de la tradición, Gualkala Alaba nos enseñó sobre la Ley de Origen y el hacer y vivir en comunidad, Los Muiscas de Bosa, de ell@s aprendimos el arte de ¡resistir!, El Abuelo Víctor de la Selva, nos enseñó el valor real de la palabra sembrada en el Territorio, Nemequene (QPD) a cantar y unir los territorios para sanar, para curar. Los Mamos de la sierra el uso de herramientas puras y el amor por lo propio, los Tubu’ a cantar con los pies; a ellos y ellas gracias por aquello que se fijó en nuestra memoria.

Doña Jesusa, Casilda y su familia son mujeres guerreras, orgullosas y guardadoras de la maloca en su finca el Santuario.

La Maloca hace parte del sendero de interpretación ambiental Mochuelo –Quiba, reconocido como una de las primeras rutas ambientales para Bogotá por el DAMA en aquel entonces, constituye un anillo de lugares representativos por su interés cultural y comunitario, en la maloca se piensa la tierra, se conecta la mente y se planean acciones para el agua, se resiste ,se camina la palabra, se desaprende para aprender, se obtiene la mejor vista del Sur y sus Montañas, se entiende que correr la tierra es un asunto de honor .

Guarichas, Guaches y Niquis  del Sur, los recibirán con tanta fuerza como lo fue construir esta casa en forma de laguna, a la antigua. Recreada en su forma orfebre, delicada y representativa para volver al Origen.

Maloca Mochuelo –Quibaquem

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MOVIMIENTO

REPARA

El Movimiento de Restauradores de ramos, Ríos y Agua

Es la expresión de lideres y lideresas por la defensa de la vida, habitantes de la alta montaña y amantes de los ríos de diferentes municipios situados en la Región Andina de Colombia.

Es la expresión de lideres y lideresas por la defensa de la vida, habitantes de la alta montaña y amantes de los ríos de diferentes municipios situados en la Región Andina de Colombia.

Convencidos de construir y ordenar los territorios a partir del agua decidieron emprender un viaje a lo más profundo de su ser. Estos ambientalistas han entregado su vida al servicio comunitario, fomentando la apropiación de los ecosistemas esenciales e incursionando en la identidad regional y la innovación social.

A partir del “Entrenamiento Vivencial” y la actuación en red se fortalecen las habilidades blandas de las comunidades, reconociendo las destrezas y potencialidades de cada SER, para mejorar la comunicación interna y externa, así como desarrollar la inteligencia emocional, el pensamiento sistémico y el aprendizaje continuo. Lo que permite aumentar el capital social, la confianza y el empoderamiento de otros actores para la acción voluntaria en función del ambiente.

Travesías

La Travesía del Río

En una cita ineludible se ha convertido el recorrido por el río Tunjuelo desde donde nace hasta su desembocadura. Cada dos años en promedio cerca de 150 caminantes reconocen su territorio para constatar las acciones, los impactos y los proyectos adelantados en su cuenca hidrográfica.

Esta actividad significa para la organización SIE su mayor demostración de apropiación, compromiso y hermanación con el río. La travesía es una caminata de 73 kilómetros que durante 4 días con sus noches llena de experiencias y vivencias a cada participante.

Estas han sido sus consignas que desde el año 2003 ha cambiado las vidas y propósitos de sus participantes y por ende de su río.

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